El eco de los zapatos se hacía escuchar a cada paso que daba un joven de piel blanca, tan blanca casi como la nieve, fantasmagórica; Vestía únicamente una túnica de color gris obscuro, muy pesada para protegerlo del frio, y a la vez muy desgastada, ya que aquel muchacho no se había cambiado de ropas en meses.
El cansancio se reflejaba en su rostro, en sus ojos grises pero vacios, sin vida, su nariz se había desfigurado a causa de varias fracturas ´por castigos crueles e innecesarios, su boca, entreabierta dejaba ver cuatro o cinco dientes amarillentos, rotos y un tanto podridos, y con labios partidos y secos; sus facciones representaban a un hombre de treinta años o más, siendo q acababa de cumplir los veinte, su cara en conjunto a su cuerpo q era débil y cadavérico, correspondían al semblante de su condición, una condición reservada para los esclavos.
En sus huesudas manos, cargaba una pequeña caja de piedra obscura, la cual tenía runas nórdicas talladas en la tapa y los costados, el esclavo, andaba a paso lento e inseguro por un largo pasillo con paredes y techo de piedra húmeda y fría, como el de los calabozos de los grandes castillos, alumbrado por antorchas a cada veinte pasos, el aire de aquel lugar era pesado y gélido, haciendo de la respiración difícil y con vaho.
Al final de aquel pasillo, había una gran puerta de madera, muy pesada y en buen estado aun que demasiado antigua.
En el marco estaban escritos diferentes oraciones en letras forjadas en plata. El joven, al verlas, sus ojos se llenaron de avaricia, siendo así, que con la mano izquierda sujeto fuertemente el cofre q transportaba mientras que estiro el brazo derecho con la intención de arrancar una insignia para después cambiarla por algo de pan o agua en el mercado. Sin embargo, a escasa distancia de rozar aquel objeto, se vio reflejado en la superficie de plata, pero con mucho miedo noto que no era su mirada la que se le devolvía, en vez de su ojo gris y seco, había uno rojo, maligno, con la pupila delgada como la de los gatos, un ojo que a cualquiera hubiera causado un miedo de muerte. El esclavo, quedo pasmado ante aquella revelación y con el brazo en alto, cuando un susurrante y aterrador silbido le ordeno que se alejara.
Horrorizado, el esclavo apresuradamente entro por la gruesa puerta antigua de madera, la cerro, y al ponerse de frente hacia la habitación en la que acababa de irrumpir bruscamente, vio un destello azul que le impacto en el estomago, y antes de caer al suelo, el esclavo había muerto.
Despues de todo, creo q devo disculparme por mi ignorancia en cuanto a los signos de puntuacion, neta q nunca entendi para q sirven pero bueno, esto solo es el inicio del inicio y lo continuare aun q sea de forma un poco lenta. espero les guste y q algun dia todo esto termine en una pelicula jajaja. no olviden sus comentarios, q por ahora si son importantes para mi, y aun que no los contesto, si los tomo en cuenta.
viernes, 15 de mayo de 2009
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